Después de dos mil quinientos años las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides siguen representados y reinterpretados por el teatro moderno. Parece que hay algo intemporal que caracteriza a las tragedias griegas. Y ese “algo” es más que un esquema formal dramático que constituye la esencia del thriller. El héroe trágico no solamente vierte sangre y sufre, sino que trata de dar sentido al sufrimiento, busca quién es y en qué mundo habita. Intenta articular sus valores y creencias que necesariamente entran en conflicto con otros valores, sea de otro individuo o de la sociedad en que vive. En este curso nos proponemos estudiar algunas tragedias claves que tratan temas morales, sociales y políticos vigentes para nuestra contemporaneidad. Algunos ejemplos: La pregunta del estado de derecho de responder al reciente deseo social de aumentar la pena en países del norte de Europa, la creciente polarización social por un lado, la búsque da de una nueva identidad y cohesión por otro, o el conflicto entre la diversidad social y el aferramiento del poder político.